Introducción a la taxonomía

¡Mira! Burros. Y otro más. Pero ese no parece del todo un burro. Ni un caballo.

No, es verdad. Ese es mitad burro y mitad caballo. ¿Qué quieres decir con 'mitad'? Su padre es un caballo y su madre un burro. Ese animal es una mula. Es un cruce entre dos especies.

Empecemos desde el principio. Existe un tipo de animal llamado caballo. Eso lo sabemos todos. Los caballos pueden aparearse con otros caballos. Tienen potros, que crecerán y a su vez podrán aparearse y tener nuevos potros.

Cuando dos animales pueden aparearse y tener una cría fértil -que pueda tener hijos- decimos que son de la misma especie. Los caballos son animales de la misma especie. El burro es otra especie animal. Los burros pueden aparearse con otros burros y tener crías fértiles. Pero si un caballo y un burro tienen una cría juntos, el resultado es una mula, que es estéril, y no puede tener crías.

Los burros y los caballos son especies distintas. Pero, ¿cómo es que los burros y los caballos pueden tener crías si no son de la misma especie? Pues, porque están estrechamente emparentados. No son primos de primer ni segundo grado pero lo suficientemente cercanos. Todas las especies vegetales y animales tienen un nombre científico en latín, de dos palabras.

Los caballos salvajes son Equus ferus. Aquí está el burro: Equus africanus. ¿Lo ves? El nombre Equus se mantiene en ambas especies. Es el nombre genérico: Equus. ¿Hay más especies dentro del género 'Equus'? Sí, por ejemplo la zebra.

Esta es la zebra de las llanuras, Equus quagga. El mismo nombre genérico, pero un nombre de especie distinto. Pero ¿qué significa que están emperantados? Se ve claramente que los caballos, los burros y las zebras se parecen y se comportan de forma parecida. Caminan sobre cuatro pezuñas, y tienen orejas afiladas.

Comen hierba y viven en manada. Pero lo más importante es que tienen un origen común. Una vez, hace muchos millones de años - y hace muchas generaciones, estos animales caballunos tuvieron un antepasado comun. Algunos animales abandonaron la manada para no volver. Poco a poco sus crías se adaptaron a los nuevos hábitats, y al final, se diferenciaron tanto del grupo original, que se convirtieron en especies nuevas.

De manera que el antepasado común dio pie a nuevos individuos que se parecen en algunas cosas, pero que se diferencian mucho en otras. Especies diferentes, aunque emparentadas. Podemos seguir el desarrollo de una especie aún más atrás. Hemos visto cómo la especie del caballo salvaje pertenece al género caballo. Y también pertenece a la familia de los caballos - 'equidae', y a la clase de mamíferos -'mammalia'.

Puede que conozcas a los mamíferos. Son todos los animales que paren a sus crías y los amamantan. Como los perros, elefantes y- los seres humanos. Sí. Somos mamíferos y pertenecemos a la misma clase que los caballos.

Podemos seguir el rastro del desarrollo de nuestra especie, desde la clase de los mamíferos, a través del orden de los primates y la familia de los homínidos, hasta llegar a la especie Homo sapiens. Este es el nombre científico del ser humano. Por supuesto hay otras ramas que seguir. Dentro de la familia de los homínidos están también los grandes simios- el orangután, el gorila y el chimpancé, en los extremos de las ramas. Estos son los parientes más cercanos que tienen los humanos en la Tierra.

Resulta fácil ver que comparten varios rasgos con nosotros. Vemos también que al agrupar todas las especies vegetales y animales, surge un "árbol" de la vida en la Tierra gigantesco. En la parte baja del árbol, un antepasado común.-- A la división de las especies en distintos géneros y familias se le llama taxonomía. El árbol de la taxonomía es grande y complejo. No tienes por qué conocerlo en detalle, pero es importante que entiendas cómo funciona; y a los biólogos les resulta muy útil.

Los nombres científicos les proporcionan a los biólogos de todo el mundo un idioma en común para comentar sus investigaciones. Las reglas claras de clasificación facilitan la identificación y clasificación de especies de reciente descubrimiento. Y les es muy útil a los que trabajan en la conservación de las especies en peligro, para saber qué especies están emparentadas entre sí. ¿Ves? Todos estamos emparentados, aunque sea de lejos. Ahhh-¡Ojalá no empiecen a aparecer todos en nuestras reuniones familiares!