La digestión: desde la boca hasta el estómago

¡Hmmm- aaaah! -¡Hey! -¡Aah! -¿Qué haces? -Estoy haciendo caca. -¿Qué? Haciendo caca. Todos los animales la hacen cada cierto tiempo. Es una manera que nuestro cuerpo tiene de ocuparse de los restos de comida que no nos sirven, los productos de desecho. -Eso es. Obtenemos la energía que necesitamos, de la comida que ingerimos.

La comida también nos aporta los componentes que necesitan las células, los músculos, el pelo y todo lo demás que conjuntamente forma un cuerpo. Si simplificásemos el cuerpo, se parecería un poco a un rollo de papel higiénico. El papel blanco sería el esqueleto, la sangre, los nervios y todo lo que rodea el tubo central. En el cuerpo, entre la boca y el ano, hay un tubo largo, o canal: el tracto gastrointestinal. Los intestinos están doblados hacia delante y hacia atrás, y si extendieses todo el canal, sería mucho más largo que tú: ¡más de siete metros!

Al comer, María ingiere montones de nutrientes, como por ejemplo: carbohidratos de las patatas, proteínas de los garbanzos, y grasa del aceite de coco. La primera parada en el recorrido de la comida a través del cuerpo es: la boca. Aquí se desmenuza la comida, se digiere, de dos maneras: mecánicamente con los dientes Y químicamente con la saliva. La saliva en concreto contiene una proteína que corta las largas cadenas de los carbohidratos en trozos más pequeños. Al tipo de proteína que acelera o ralentiza las reacciones químicas se la conoce como enzima.

Y esta enzima se llama amilasa. Así la saliva humedece la comida, y hace de lubricante para que el siguiente tramo del viaje sea más fácil. Paso dos: el esófago, un pasillo vacío. Cuando se mastica la cantidad correcta de comida, la lengua la empuja hacia la parte de atrás de la boca, y a continuación tu garganta reacciona de forma automática. Lo llamamos el reflejo de deglución.

El esófago está rodeado de músculos fuertes. Se mueven en forma de ola llevando los trozos de comida desde la boca hasta abajo, al estómago. Los músculos esofágicos son tan fuertes que es posible tragar agua mientras hacemos el pino. Paso tres: el estómago. ¡Aquí pasan un montón de cosas! El estómago tiene varias funciones distintas.

Para empezar, es un lugar de almacenaje de comida; ¡una fiambrera interna! Un estómago lleno tiene una capacidad de alrededor de un litro, pero cuando está vacío se encoge hasta la mitad. El estómago está rodeado de músculos potentes que procesan la comida mecánicamente. Amasan y mezclan la comida formando una pasta. Pero, ¿qué química tiene lugar aquí?

Nos encontramos en el lugar más ácido del cuerpo, ¡con un pH de sólo dos! Es el jugo gástrico el que lo hace tan amargo; contiene ácido clorhídrico. El entorno ácido nos protege de infecciones porque el ácido mata muchas de las bacterias que ingerimos. En el jugo gástrico también hay una enzima que rompe las proteínas. Se llama pepsina.

Para proteger al resto del cuerpo del ácido estomacal, de manera que no corroa las tripas que están debajo, una membrana mucosa forra el interior del estómago. Si se daña este forro, puede salirnos una úlcera. -¿Crees que el baño es sólo tuyo o qué? -¡María, llevas horas ahí dentro! -Será mejor que hagamos una pausa. En el siguiente vídeo descubriremos si María consigue cag... hacer un número dos antes de que la familia tire la puerta abajo, y por supuesto, qué sucede en el tracto digestivo cuando la comida sale del estómago.