Los dientes de los animales

Todos los animales necesitan comer, pero sus dietas varían mucho. Algunos animales, como las vacas, se alimentan solo de plantas - son herbívoros. Otros, como los leones, se alimentan solo de otros animales - son carnívoros. Luego están los osos y otros animales que se alimentan tanto de plantas como de animales - son omnívoros. Veamos cómo estas diferentes dietas afectan a una parte en particular de sus cuerpos: sus dientes.

Esta vaca es herbívora — se pasa los días pastando en la hierba. La hierba, como otras plantas, es masticable y bastante difícil de digerir. Por eso la vaca pasa mucho tiempo solo masticando la hierba, para romperla en trozos más pequeños que serán más fáciles de digerir. Para ayudarlas a triturar la hierba, las vacas tienen dientes bien adaptados en la parte de atrás de sus bocas, llamados molares. Los molares son anchos y planos y su superficie puede ser ondulada.

Al masticar, los molares muelen y trituran la hierba, ¡casi como las ruedas de un molino que muelen trigo para hacer harina! En la parte delantera de su mandíbula inferior las vacas tienen dientes con un borde afilado: los incisivos. Los incisivos están adaptados para cortar, por ejemplo, la hierba en el mordisco inicial de la vaca. Los incisivos suelen estar presentes tanto en la mandíbula inferior como en la superior. ¡Pero las vacas no tienen incisivos en la mandíbula superior! En su lugar, tienen un paladar superior duro que les ayuda a arrancar la hierba.

Los conejos, por el contrario, tienen incisivos tanto en la mandíbula inferior como en la superior. Y debido a que las plantas que comen suelen ser bastante duras para los dientes, los dientes de conejo crecen continuamente a lo largo de su vida. Esto sucede para evitar que los conejos se queden sin dientes. En cuanto a los carnívoros, suelen tener algunos molares en la parte posterior de la boca, así como algunos incisivos. Pero los carnívoros son famosos por sus feroces caninos.

Los caninos son dientes largos y afilados. — muy bien adaptados para desgarrar, arrancar o cortar carne. ¡Los herbívoros no los tienen, porque no los necesitan! Los carnívoros normalmente tienen cuatro caninos, dos en la mandíbula superior, y dos en la mandíbula inferior. Algunos animales tienen caninos especialmente adaptados. Algunas serpientes, por ejemplo, tienen caninos en forma de aguja, a menudo llamados colmillos, conectados a las glándulas venenosas. Cuando las serpientes atacan a su presa, le inyectan veneno a través de los colmillos, casi como si fueran jeringas.

Este gran tiburón blanco es otro ejemplo de un carnívoro con dientes altamente especializados. Tiene una boca llena de dientes puntiagudos y triangulares que son perfectos para alimentarse de presas grandes, como leones marinos y delfines. No solo eso, el gran tiburón blanco tiene varias filas de dientes que están listos para reemplazar a cualquier diente que se rompa. Por último, están los omnívoros, animales que consumen una variedad de alimentos. Para adaptarse a sus diversas dietas, los omnívoros tienen diferentes conjuntos de dientes.

Los osos tienen grandes colmillos para comerse a sus presas. Pero también tienen molares grandes y planos para masticar plantas y frutos secos. Las ratas, por el contrario, tienen molares e incisivos largos que utilizan para mordisquear frutas, carnes u otros restos. Pero no tienen caninos porque ninguna parte de su dieta lo requiere. No todos los animales tienen dientes, pero para aquellos que los tienen, su dieta juega un papel importante en determinar qué dientes y cuántos de ellos tienen.

Los herbívoros necesitan molares grandes para poder triturar plantas difíciles de masticar. Los carnívoros necesitan caninos para desgarrar la carne de su presa. Y los omnívoros necesitan diferentes tipos de dientes, dependiendo de lo que incluye su dieta. Según sus dientes, ¿a qué grupos de animales crees que ¿pertenecen los gatos, los perros y los hámsters?