La euglena, el paramecio y la ameba

Los biólogos estudian los seres vivos, y una de las cosas que hacen es dividir los seres vivos en grupos. Así, por ejemplo, dividen los organismos en aquellos que tienen un núcleo celular y los que no lo tienen. Los organismos con un núcleo se dividen a su vez en reinos: el reino vegetal, el reino animal y el reino de los hongos. Sin embargo, existe otro reino que agrupa a todos los organismos que no pertenecen propiamente a las plantas a los animales ni a los hongos: se trata del reino protista. Aunque los organismos del reino protista comparten algunas características con las plantas, los animales o los hongos, también tienen características únicas.

Veamos algunos organismos pertenecientes al reino protista. Uno de ellos es pequeño, de menos de un milímetro de largo. Se compone de una sola célula y su forma y color lo asemejan casi a un pepino diminuto. Este tipo de organismo es la euglena. ¡La euglena actúa como una planta y también como un animal! Puede producir su propio alimento en presencia de luz, al igual que las plantas.

Esto se debe a que la euglena contiene partes especiales que también poseen las plantas: los cloroplastos. Gracias a los cloroplastos, la euglena puede realizar la fotosíntesis para fabricar alimentos. Ahora bien, si la euglena se encuentra en un lugar oscuro, donde ya no pueda producir su propia comida, se alimentará de otros organismos, al igual que los animales. Otra característica interesante que tienen algunas euglenas es la mancha ocular. Las euglenas no pueden ver con la mancha ocular de la misma manera que nosotros podemos ver con nuestros ojos, pero sí pueden detectar la luz e incluso moverse hacia ella.

Las euglenas se pueden mover batiendo una estructura similar a una cola, casi como la hélice de un helicóptero. Las euglenas suelen tener dos estructuras en forma de cola que utilizan para moverse. Pero existe otro miembro del reino protista que se mueve de manera diferente: usando miles de estructuras parecidas a pelos diminutos que cubren toda la célula. Estas estructuras similares a hilos actúan juntas e impulsan el organismo en el agua donde vive. Este organismo se llama paramecio.

El paramecio suele tener una forma similar a la suela de un zapato. No puede producir su propia comida, por lo que usa sus orgánulos filiformes no solo para moverse, sino también para alimentarse. Cuando estas estructuras filiformes se mueven, crean pequeñas corrientes en el agua. Esto arrastra a otros organismos más cerca del paramecio y hacia su boca. Por tanto, la euglena y el paramecio poseen formas bastante estables y se mueven usando estructuras similares a pelos o colas.

Pero hay otro tipo de protista que se parece ligeramente a una gota de gelatina. Este organismo es la ameba. Al igual que los anteriores, la ameba está formada por una sola célula. Se mueve en el agua extendiendo partes de su célula lejos del núcleo, y luego le sigue el resto de la célula. Estas partes extensibles, a veces llamadas «seudópodos» también se emplean para alimentarse.

Cuando la ameba se encuentra con un trozo de comida, como una bacteria u otro organismo diminuto, extiende primero sus pies falsos alrededor del alimento rodeándolo por completo, y luego lo succiona dentro de la célula. Las especies de euglenas, paramecios y amebas viven, por lo general, en agua dulce o salada. Ahora bien, algunas especies de estos organismos viven dentro de otros seres vivos y les causan daño. La euglena, el paramecio y la ameba pertenecen al reino protista y están formados por una sola célula. Además, poseen características distintas y fascinantes.