El tejido

"¡Ay! ¡Cuidado con las garras, Kitty!" Lina tiene un pequeño arañazo, pero no sangra. Podría haber sido peor, si el cuerpo no tuviese una protección: la piel. La piel evita que las garras del gato causen una herida más profunda en el brazo de Lina. Ésta es una de las tareas de la piel: proteger a los órganos en el interior del cuerpo. Fíjate bien y verás que la piel está compuesta por células cutáneas que parecen todas iguales. Las células que parecen iguales y que comparten una misma tarea, se unen para formar tipos de tejidos.

Todos estos distintos tipos de tejidos conforman el cuerpo y sus órganos. Los tejidos están compuestos por células especializadas con tareas y propiedades concretas. Primero se forman a partir de células inmaduras y no especializadas: las células madre. Las células madre pueden dividirse en nuevas células madre o en células más maduras y especializadas. Así que las células madre pueden cambiar y convertirse en otro tipo de células con diferentes formas y funciones.

El cuerpo humano contiene varios miles de millones de células que se pueden dividir en unos 200 tipos diferentes, como las células sanguíneas y las musculares. Tienen un aspecto distinto y sus propiedades son diferentes. Los músculos están compuestos por largas cadenas de células: las células musculares. Las células musculares juntas forman el tejido muscular. Gracias al tejido muscular el cuerpo y los órganos internos pueden moverse.

Esto nos permite caminar, bailar, sonreír, comer y respirar. La sangre es otro tipo de tejido. Sí. La sangre también es un tejido a pesar de ser un líquido. El esqueleto es otro tipo de tejido.

El esqueleto es duro y fuerte porque está compuesto por cristales duros hechos de calcio. El tejido óseo sostiene y conecta las distintas partes del cuerpo. Es un tejido conjuntivo de apoyo. El tejido óseo es sólido y no está pensado para doblarse. Si se dobla, duele muchísimo.

En el peor de los casos, el tejido óseo se rompe: se fractura. Sin embargo, existe otro tejido que es blando. Tócate, por ejemplo, la punta de la nariz o las orejas. Están formadas por cartílago, que es sólido pero a la vez blando y flexible. ¿Qué ocurre entonces con un tejido dañado, como una fractura o el arañazo en la piel de Lina? Se forman nuevas células parecidas que restituye el tejido a su estado original.

El tejido se cura. En nuestro cuerpo se forman continuamente células nuevas. Este proceso se conoce como división celular. Las células nuevas reemplazan a las que se han dañado o han muerto. Los tejidos y los órganos del cuerpo se renuevan constantemente.