Los ecosistemas marinos

A Leon le encanta bucear en el mar. Lo que más le gustan son los arrecifes de coral con sus coloridos peces, sus esponjas y las anémonas de mar, que casi parecen flores. Un arrecife de coral está compuesto por elementos vivos, como los corales, otros animales y algas, y depende de los elementos no vivos, por ejemplo la luz solar, la arena y la temperatura. Cada uno influye en el otro y juntos conforman un ecosistema. Los arrecifes de coral son ejemplos de un ecosistema marino.

Esto significa que es un ecosistema que se encuentra en, o está ligado al, mar u océano. Un rasgo típico de los ecosistemas marinos es la gran salinidad del agua (más del 3%). Es lo que diferencia a los ecosistemas marinos de los de agua dulce, como pueden ser los lagos o los ríos. El océano proporciona un entorno vivo unas 9 veces mayor que el de la tierra, lo que hace que los océanos sean el ecosistema más grande del planeta. ¡Además es uno de los más variados! Aparte de los arrecifes de coral incluye más tipos de ecosistemas marinos menores.

Cada uno tiene sus propias características exclusivas y alberga diferentes organismos. ¡Echemos un vistazo! Los ecosistemas en el fondo del mar son los llamados ecosistemas del fondo marino. Se diferencian entre sí según la profundidad del océano. Allí donde el océano es muy profundo, la luz solar no llega hasta el fondo y por eso en esa parte las plantas o las algas no son capaces de vivir. Los animales del mar profundo dependen de los nutrientes que van cayendo desde la superficie.

Hay animales capaces de generar su propia luz gracias a lo cual pueden buscar comida o atraer a los organismos de los que se alimentan. Los ecosistemas del fondo marino son unos grandes desconocidos porque sigue habiendo muchas zonas sin explorar. Cuanto más nos acercamos a la costa y menos profundo es el mar, más vida hay en el fondo oceánico. Esto se debe a que las plantas y las algas sí pueden crecer en aguas menos profundas y con mucha luz solar. Esta parte del fondo marino es el hogar de las ostras, los crustáceos, los gusanos y algunas especies de peces.

A lo largo de la costa el nivel del mar varía debido a las mareas. Cuando la marea está alta, el nivel del mar sube y el agua salada cubre la orilla. Cuando la marea baja, el nivel del mar baja y grandes zonas costeras quedan al descubierto. Estas zonas se denominan zonas intermareales. Debido a las mareas las condiciones de la zona intermareal varían a menudo.

Los organismos que viven en ella tienen que poder resistir dichas condiciones. Por ello muchos animales de la zona intermareal cuentan con capas protectoras, como los percebes, los mejillones, los cangrejos o los erizos de mar. Otro tipo de ecosistema marino son los bosques de manglar. Se trata de un tipo especial de pantanos de agua salada que surgen alrededor de las costas arenosas de las zonas tropicales más calurosas. Las condiciones aquí son muy duras y no muchas plantas son capaces de crecer en un entorno tan salado.

Pero hay un tipo concreto de árboles y arbustos, los manglares, que se han adaptado a estas condiciones especiales. Sus raíces llegan hasta muy abajo en el agua creando un sistema denso de raíces que evita que el mar se lleve la costa. Los bosques de manglar son el hogar de muchos animales; hay, por ejemplo, gambas, cangrejos, aves y a veces incluso cocodrilos. Otro tipo de ecosistema marino se suele formar en las zonas poco profundas y resguardadas donde los ríos desembocan en el mar. Aquí, el agua dulce de los ríos se mezcla con el agua salada del mar, por lo que la concentración de sal disminuye.

Estos lugares se conocen como estuarios. Esta mezcla de agua dulce y salada de los estuarios es la combinación perfecta para los mariscos. Y, además, muchos peces o gambas ponen sus huevos aquí. De todos los distintos ecosistemas del planeta, los ecosistemas marinos son los más frecuentes y extendidos. Aunque también son los menos explorados. ¿Y si tú ayudas a descubrir más cosas sobre ellos?