Las capas de electrones
¿Cómo se llama el agrupamiento de electrones a distancia diferente con respecto al núcleo de un átomo?
¿A qué se parece realmente un átomo? ¿A una bola? ¿O a esto, con electrones en círculos alrededor de un núcleo? ¿Tal vez a esto? ¿Con un núcleo en el centro y los electrones pululando a su alrededor como moscas? Sí, esta imagen se acerca a la realidad. Los electrones pueden estar tanto cerca del núcleo como muy lejos de él. Vuelan alrededor a una velocidad vertiginosa, casi a la velocidad de la luz. Pero si intentaras capturar un electrón, descubrirías algo peculiar.
Es imposible saber con exactitud dónde está el electrón. Y los electrones son tan pequeños que es imposible observarlos. Ni tan siquiera con el microscopio más potente. Sin embargo, se puede estimar en qué zona suelen estar los electrones. Y descubrimos que en realidad se agrupan a diferentes distancias del núcleo.
Por lo que a menudo dibujamos el átomo de esta manera: como un núcleo, con electrones en varias capas, casi como los planetas en torno a una estrella. Ésta no es una imagen exacta de la realidad. Es un modelo que facilita la comprensión de cómo funciona el átomo. Este átomo en particular es el argón, un elemento químico con dieciocho electrones. El argón tiene dos electrones en la capa interna. No hay espacio para más.
Luego, el átomo tiene ocho electrones en la siguiente capa. Y también son todos los que pueden caber ahí. Y después hay otros ocho electrones en la capa más externa. Los electrones de la capa más externa se denominan electrones de valencia. Y determinan qué compuestos químicos puede formar el átomo.
El argón es un gas inerte: no necesita unirse con otros elementos. Simplemente porque el átomo de argón tiene ocho electrones en su capa externa de electrones. Por tanto, está completo… y es estable. Cuanto más grande sea el átomo, más capas de electrones puede tener. Los átomos muy grandes tienen hasta siete capas.
Para dar espacio a todos los electrones, el átomo mete más de ocho en algunas de las capas, pero nunca más de ocho electrones en la capa exterior. Los átomos más pequeños (hidrógeno y helio) tienen una sola capa de electrones. El caso es que todos los átomos (excepto los más pequeños) necesitan ocho electrones en su capa más externa. Esto se denomina la regla del octeto: los átomos se procuran tener ocho electrones exactos de valencia. ¡Octeto! ¿No se llama así a un grupo de ocho músicos? Sí, y la palabra procede del término latino «octo», que significa ocho.