El oxígeno

¿Tienes todo lo que necesitas… para tu excursión a la montaña? - Ajá… - Cuerda, piqueta y… ¿oxígeno? - ¿Vas a subir a mucha altura? -Pues sí. Me dirijo a la cima del monte Kilimanjaro. Dicen que el aire es tan escaso allí que necesitaré oxígeno de más. ¡Oh, no! ¡La botella de oxígeno está casi vacía! ¿Qué sucederá si no tengo suficiente oxígeno? Si no tienes suficiente oxígeno, te marearás y perderás el conocimiento. Y sin nada de oxígeno, sobrevivirás sólo unos minutos.

Al igual que una llama necesita oxígeno para seguir ardiendo, las células de tu cuerpo necesitan oxígeno para extraer energía de los alimentos que consumes. Por cada respiración que realizas, parte del oxígeno del aire permanece dentro del cuerpo. A veces, cuando hay muchas personas en una habitación, puedes notar el ambiente cargado. - ¡Ay! ¿Cuidado! ¿Es que se está acabando el oxígeno? No, no es eso. Lo que sentimos es que la cantidad de dióxido de carbono ha aumentado.

Es lo mismo que cuando nos sentimos sin aliento. No es falta de oxígeno lo que notamos, sino un exceso de dióxido de carbono. ¿Pero entonces qué es el oxígeno? El oxígeno es un elemento, lo que significa que sólo contiene átomos de oxígeno. Pero un átomo de oxígeno no puede estar solo; en forma de gas, siempre debe existir en pares. Una molécula de gas de oxígeno se escribe: O-dos.

El oxígeno desea reaccionar con otras sustancias y formar compuestos químicos. A esos compuestos los llamamos óxidos. A los metales les gusta reaccionar con el oxígeno en el aire: se oxidan. El óxido metálico que aparece en la superficie está, a temperatura ambiente, en estado sólido. El agua común es un óxido formado por hidrógeno y oxígeno.

Se halla en forma líquida a temperatura ambiente. Cuando el oxígeno reacciona con otros no metales, como el azufre, crea óxidos que están casi siempre en forma de gas a temperatura ambiente, como por ejemplo, el dióxido de carbono, que se encuentra en el aire que exhalas. El oxígeno es útil para muchas cosas: en un hospital, se usa para ayudar a quienes no pueden obtener suficiente aire al respirar por sí mismos. Y al producir acero. Al soplar oxígeno a través de hierro fundido, podemos regular la cantidad de carbono, azufre y otras sustancias.

Y cuando estás soldando. El oxígeno te permite alcanzar una temperatura tan alta que puedes cortar el acero… y, por supuesto, cuando estás a punto de escalar el Kilimanjaro, que tiene casi 6000 metros de altura. Pero ahora la botella está vacía. ¡Tendremos que producir nuestro propio oxígeno en el laboratorio de química! ¡Qué divertido! ¿Cómo se hace eso? El elemento oxígeno es un ingrediente de muchas sustancias diferentes. Algunas están dispuestas a dejar escapar el oxígeno.

El peróxido de hidrógeno, por ejemplo: H-dos-O-dos. Los átomos de oxígeno se liberan de dos en dos, como gas de oxígeno. Si todo el peróxido de hidrógeno se descompone, entonces sólo queda agua. ¿Podemos hacer que vaya un poco más rápido? - ¡Claro que sí! Añadimos un poco de óxido de manganeso. - ¡Déjame adivinar! El óxido de manganeso es un… ¡catalizador! ¡SÍ!

Acelera la reacción química sin que se consuma. Pero hay más formas de crear oxígeno. Puedes usar una corriente eléctrica para descomponer las moléculas de agua en sus ingredientes: hidrógeno y oxigeno. El gas de hidrógeno se formará en un lado y el gas de oxígeno en el otro. ¿Pero cómo sé cuál es el oxígeno? Fácil.

Como el oxígeno es excelente para prender fuego a las cosas, podemos hacer esto: enciende una cerilla y sóplala, de modo que solo brille. El gas que la vuelve a avivar es el oxígeno. - ¿Quieres probar otra forma de hacer oxígeno? - ¡Claro! ¡Así! Toma aire común -nitrógeno y oxígeno- y enfríalo hasta que se transforme en líquido. Luego, caliéntalo un poco, sólo para que el nitrógeno se evapore. - ¿Qué es lo que queda? - Oxígeno. - ¡Oxígeno líquido! - Sí. Listo para rellenar la botella.

Ya está. La botella está llena. ¡Kilimanjaro, allá voy!