Introducción al porcentaje

¿Cuánto cuestan dos séptimos de este saco de harina? Espera, ¿cuánto cuestan tres quintos? O no: ¿Cuatro novenos? Comparar fracciones que tienen diferente denominador es complicado. Por eso a los romanos se les ocurrió describir cantidades en centésimas.

Incluso si bastaba con un denominador más pequeño. Puede que fuera algo así. Imagínate que dividimos el saco de harina en cien partes. Quiero comprar 20 de esas cien partes. En latín, que era el idioma que hablaban los romanos, se decía "per centum", por cien.

Hoy en día hablamos de porciento, que significa una centésima parte. El porcentaje tiene su propio símbolo, éste: una línea inclinada con un pequeño círculo a cada lado. Un uno por cien es lo mismo que una centésima parte. Cuando calculamos porcentajes, el 100 es la totalidad. Tanto puede ser todo un saco de harina como una bandeja entera de pasteles.

Primero se coge la totalidad y se divide en 100 partes iguales y luego se cuentan los trozos que tenemos. Ése será el porcentaje que tenemos. Si de 100 tenemos 50, tenemos el 50%, o la mitad. Si de 100 piezas tenemos 25, tenemos el 25%, o un cuarto. Y si de 100 tenemos 99, tenemos el 99%, o casi todo. ¿Qué pasa, Scrooge? ¿Es que no puedes compartir un porcentaje? Hay una fórmula muy sencilla para calcular el porcentaje de algo: La parte dividida entre el todo.

Por ejemplo, cojamos la parte: tres pasteles que acabamos de comernos. Ahora la dividimos entre el todo. El todo eran los 30 pasteles que había en la bandeja al principio. La parte entre el todo: 3 entre 30. Eso da un décimo, ó 0.1.

Un uno porciento es una centésima parte. ¿Cuántas centésimas hay aquí? 0.1 son diez centésimas, 10%. Nos hemos comido el 10% de los pasteles. Porcentaje. Con él se describen las porciones.

La palabra porciento significa una centésima. Para calcular el porcentaje hay que dividir la parte entre el todo.