El impacto medioambiental de los medios de transporte

Jenny, Esi y Aki están planeando un viaje a un festival de música, pero no logran ponerse de acuerdo en cómo llegar hasta allí. Esi sugiere ir en avión porque sería lo más rápido. Aki preferiría ir en coche porque no está tan lejos y así pueden llevarse su equipo de música. Jenny quiere ir en autobús o en tren porque es mucho más barato. Todas las propuestas parecen tener sus pros y sus contras.

Pero hay algo más que tanto Jenny como Esi y Aki deberían tener en cuenta a la hora de optar por un medio de transporte u otro: su impacto medioambiental. Con cada vez más carreteras, más ferrocarriles y más aeropuertos, nuestra manera de vivir ha cambiado radicalmente. La gente viaja mucho más que antes, podemos comer cosas de cualquier parte del mundo y llevar ropa fabricada en la otra punta del planeta. Pero una mayor movilidad tiene sus desventajas. Para construir carreteras, por ejemplo, se han destruido muchos entornos naturales.

Los distintos medios de transporte contribuyen mucho a la contaminación atmosférica. Hay zonas en el mundo donde la contaminación atmosférica es tan mala por culpa de los medios de transporte que resulta incluso peligrosa para la salud de las personas. Se calcula que el transporte es el responsable del 23% de las emisiones de gases como el dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero. Todo ello contribuye al cambio climático. Estudiemos más detenidamente las tres opciones que Jenny, Esi y Aki están considerando para realizar su viaje, y su impacto en el medioambiente.

Volar parece una buena opción porque sería la manera más rápida de viajar. Pero los aviones emiten por viaje y por persona mucho más de ese gas de efecto invernadero, el dióxido de carbono, que cualquier otro medio de transporte. A altitudes muy altas también emiten otros gases. Esos gases a esas altitudes se concentran y contribuyen al cambio climático. El impacto que tiene volar en el medio ambiente es muy elevado. ¿Y qué tal ir en coche?

El coche de Aki es muy pequeño y tiene un consumo bastante razonable, pero como es verano y hay mucha gente viajando, puede que se encuentren con muchos atascos. Es decir, los coches se quedan parados en el tráfico, con el motor en marcha, y sin avanzar. Esto es un impacto grave en la calidad del aire de la zona. Por último está la opción de coger un medio de transporte público. Aunque los autobuses también contaminan el aire, pueden transportar a más gente a la vez que un coche.

Esto implica menos vehículos en las carreteras y menos emisiones por viaje. Los trenes pueden llevar aun a más pasajeros pero sólo resultan mejores para el medio ambiente si van con electricidad generada mediante fuentes renovables. Si, por ejemplo, los trenes van con diésel, que es un tipo de combustible fósil, contaminan mucho. Mientras que el transporte público suele ser el que menos impacta en el medio ambiente, en muchas zonas sigue no estando disponible. Esto se nota sobre todo en las zonas rurales donde vive menos gente.

Los hogares en el campo no suelen tener más opción que ir en coche. Todos los medios de transporte impactan de alguna forma en el medioambiente. ¿Tú cuál crees que sería la mejor forma para que Jenny, Esi y Aki lleguen a su festival?